Gobernación de Risaralda Intensifica Esfuerzos Contra la Bacteria del Moko
En una movilización sin precedentes, la Gobernación de Risaralda, bajo la dirección del Gobernador Juan Diego Patiño Ochoa, ha intensificado sus esfuerzos para combatir la bacteria causada por el moko, una enfermedad devastadora para las plantaciones de plátano y banano. Con el liderazgo del secretario de desarrollo agropecuario, Juan Carlos Toro, se está realizando un seguimiento exhaustivo a esta problemática que amenaza la agricultura local.
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El secretario Toro Castellanos expresó su compromiso: “Hoy quiero dar un parte de tranquilidad a todos los risaraldenses y los invito a no bajar la guardia frente a esta problemática del moko. Tenemos una responsabilidad compartida para mitigar el brote de la enfermedad y evitar que siga contaminando los cultivos”.
Medidas Concretas y Apoyo al Sector Rural
La Gobernación no se ha limitado a la vigilancia; está tomando medidas concretas. En los próximos días, se distribuirán kits de bioseguridad, incluyendo elementos como pocetas de desinfección, trajes desechables y productos específicos para tratar las plantas afectadas. Estos kits, desarrollados bajo la guía del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), son una respuesta directa a las necesidades expresadas por los municipios.
El plátano, siendo el segundo producto más importante en el sector agropecuario del departamento después del café, ha recibido una atención especial. Las directrices del gobernador han sido claras: apoyar al sector rural con insumos, maquinaria y fortalecer los procesos de asociatividad. Se invita a los productores a asociarse para aprovechar al máximo los recursos disponibles.
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Gestión del Riesgo y Recomendaciones del ICA
Frente al riesgo que representa el moko, el ICA ha emitido una serie de recomendaciones esenciales para los agricultores. En caso de sospecha de la enfermedad en un cultivo, se debe informar al ICA para confirmar el diagnóstico. Es crucial delimitar el área afectada y eliminar las plantas enfermas, incluyendo sus colinos, para prevenir la propagación de la bacteria. También se recomienda embolsar los racimos afectados y cavar zanjas para evitar la diseminación a través del agua.
