Señales Sísmicas Indican Actividad Volcánica en el Puracé
El Volcán Puracé, localizado en el departamento del Cauca, Colombia, ha sido objeto de atención debido a recientes señales sísmicas registradas el 16 de noviembre, las cuales, según el Servicio Geológico Colombiano (SGC), podrían estar «posiblemente asociadas a una emisión de gases y ceniza a la atmósfera». Esta situación ha llevado a que el volcán se mantenga en alerta amarilla, lo que indica un estado de vigilancia debido a la actividad volcánica anormal.
El SGC ha notificado que es muy probable que el volcán continúe emitiendo gases y ceniza. Estos fenómenos se dispersarán según el régimen de vientos presente en el momento de la emisión. Esta situación podría resultar en la caída de ceniza en poblaciones ubicadas en la dirección del viento predominante. Este escenario se considera típico dentro de los parámetros de la alerta amarilla.
Preparativos y Recomendaciones Frente a la Actividad del Puracé
Además de la emisión de ceniza y gases, el SGC también ha considerado la posibilidad de una aceleración del proceso volcánico, lo que implicaría cambios en el nivel de actividad del Puracé. Dado este contexto, la alerta amarilla se mantiene, lo cual significa que el volcán está activo con cambios en el comportamiento de los parámetros monitoreados y otras manifestaciones.
La alerta amarilla contempla fenómenos como emisiones de ceniza, sismos sentidos, sismicidad debido a fracturamiento de roca, dinámica de fluidos, emisiones de gases, deformaciones, olores, ruidos, cambios en la temperatura y ondas de presión. Estos factores se consideran indicativos de una posible evolución en la actividad volcánica.
Finalmente, el SGC ha hecho un llamado a la comunidad para que permanezca atenta a cualquier cambio en la actividad del volcán. Esto incluye seguir los boletines e información publicada por los canales oficiales del SGC, así como atender las instrucciones de las autoridades locales, departamentales y de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). La preparación y la respuesta adecuada ante estos fenómenos naturales son clave para garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas.
