El Trágico Final de Edison González: Un Historial de Hurtos y Adicción
Edison González, de 42 años, conocido en Pereira por sus múltiples condenas por hurto calificado, especialmente relacionadas con el robo de cables de la empresa de Energía de Pereira, falleció debido a las severas quemaduras sufridas tras recibir una fuerte descarga eléctrica. El incidente ocurrió el pasado domingo en el centro de la ciudad, marcando un trágico final para González, quien no pudo sobrevivir a las lesiones que cubrían más del 70% de su cuerpo.
Una Larga Trayectoria de Delitos y Rescates Peligrosos
González, apodado ‘Pecoso’, era conocido en la localidad no solo por sus actos delictivos sino también por su consumo de estupefacientes y vida en la calle. Según registros, fue capturado en al menos 15 ocasiones hurtando cables para extraer el cobre y venderlo, supuestamente para financiar su adicción. Los esfuerzos de las autoridades locales y los bomberos de Pereira, liderados por Alejandro Arango, se han intensificado en respuesta a la creciente frecuencia de estos peligrosos incidentes. Sin embargo, el caso de González resalta la desafiante lucha contra la delincuencia y la vulnerabilidad de individuos como él, atrapados en un ciclo de adicción y crimen.
El impactante suceso fue capturado en videos que circularon en redes sociales, mostrando el rescate y traslado de González por parte de la Policía Metropolitana de Pereira al Hospital Universitario San Jorge, donde finalmente falleció. Esta tragedia no solo resalta los peligros inherentes a la manipulación ilegal de infraestructura eléctrica, sino también pone de manifiesto las complejas realidades sociales y criminales que enfrenta la ciudad.
La Comunidad y las Autoridades Frente a la Problemática
Vecinos y trabajadores del área donde González solía operar expresaron su conocimiento de sus actividades y su intento de disuadirlo, destacando la audacia y la desesperación detrás de sus acciones. La muerte de González no solo es un caso aislado, sino que se suma a una serie de incidentes similares que han resultado en emergencias y, en algunos casos, en tragedias. Este año, los bomberos de Pereira han respondido a múltiples emergencias relacionadas con el hurto de cables, siendo esta la segunda víctima mortal en dos meses.
La muerte de Edison González no solo es una tragedia personal, sino también un reflejo de los desafíos sociales y de seguridad que enfrenta Pereira. Mientras las autoridades continúan esforzándose por combatir este tipo de delitos, la comunidad sigue siendo testigo de las consecuencias a menudo fatales de la combinación de delincuencia y vulnerabilidad social.
