El Monstruo de Génova muere a los 66 años en Valledupar
El país despertó con la noticia de la muerte de Luis Alfredo Garavito, considerado el mayor violador y asesino de niños en la historia de Colombia. Según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), el deceso tuvo lugar en la clínica nueva Santo Tomás. Conocido por muchos como El Monstruo de Génova, Garavito fue condenado por el abuso sexual y asesinato de al menos 189 menores de edad durante la década de los noventa.
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Historial del siniestro criminal
En el año 2000, el sistema judicial de Colombia sentenció a Garavito a más de 1.800 años de prisión debido a sus hechos atroces. Sin embargo, debido a restricciones legales, la pena se redujo a 40 años, la máxima permitida en esa época en el país. No sólo se le conocía por El Monstruo de Génova, sino que muchos también lo apodaron La Bestia. Su detención en abril de 1999 se derivó de cargos que incluían acto sexual violento, acceso carnal violento, homicidio, incendio culposo y secuestro.
En 2021, la posibilidad de libertad condicional para Garavito surgió por un breve periodo, con argumentos basados en su buena conducta carcelaria. Sin embargo, las autoridades afirmaron de manera categórica que no sería liberado. Durante su tiempo tras las rejas, residía en la prisión de máxima seguridad de La Tramacúa, en Valledupar.
Modus Operandi y consecuencias para la sociedad
Garavito perpetró sus crímenes en 11 de los 32 departamentos de Colombia y, en ciertas ocasiones, en territorio ecuatoriano. Se ganaba la confianza de sus víctimas disfrazándose de distintas maneras: indigente, monje o persona con discapacidad. Esta táctica le permitía acercarse a fundaciones y lugares que trabajaban con niños, generalmente de familias humildes.
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A pesar de su confesión y las entrevistas donde reconocía los lugares donde ocultaba los cadáveres y aseguraba su arrepentimiento y conversión al cristianismo, la posibilidad de su liberación causó gran indignación en toda Colombia. Su reinado de terror acentuó la atmósfera de inseguridad en un país ya golpeado por la violencia.
Este jueves, con la noticia de su fallecimiento, una etapa oscura de la historia colombiana llega a su fin, aunque las heridas causadas por sus acciones todavía perduran en las memorias y corazones de muchos. La nación entera reflexiona sobre los horrores del pasado y la importancia de proteger a sus ciudadanos más vulnerables en el futuro.