Un reprochable acto de violencia sacudió al municipio de Mistrató cuando un adolescente de 15 años, perteneciente a la comunidad indígena Embera, golpeó a su propia madre tras un reclamo relacionado con su ausencia en clases.
Según informes de la policía, la madre agredida, de 34 años, tuvo que ser trasladada al hospital San Vicente de Paul debido a las lesiones sufridas. Los médicos reportaron traumatismo contuso superficial en el pabellón auricular y región parietal izquierda.
Estas lesiones fueron resultado de los golpes propinados por su propio hijo. Aparentemente, esta no fue la primera vez que el adolescente agredió a su madre, quien, a pesar de los repetidos actos de rebeldía, no lo había denunciado hasta ahora.
Tras recibir el aviso de la situación, los oficiales de policía intervinieron para detener la agresión y, debido a la denuncia presentada por la mujer, se procedió con la aprehensión del adolescente por el delito de violencia intrafamiliar, un problema que ha ido en aumento en las comunidades indígenas.
El adolescente responsable de las lesiones a su madre fue llevado ante la Fiscalía URI de Menores en la ciudad de Pereira, donde, en una audiencia de control de garantías, fue dejado en libertad. Este suceso plantea interrogantes sobre las medidas y el apoyo necesarios para enfrentar la violencia intrafamiliar en las comunidades indígenas.
La violencia intrafamiliar es un grave problema social que debe ser abordado de manera urgente y efectiva. Es fundamental que se brinde apoyo tanto a las víctimas como a los agresores, especialmente en comunidades vulnerables, con el objetivo de prevenir y erradicar esta problemática que afecta a la sociedad en su conjunto.









