El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha expresado su preocupación por el hecho de que los hogares más pobres del país estén subsidiando a los más privilegiados a través del precio de la gasolina. Según Petro, el Gobierno gastó unos 36 billones de pesos el año pasado para cerrar el hueco del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, lo que ha generado una situación de desigualdad en la que los más pobres están subsidiando a los propietarios de vehículos de lujo.
En un discurso en Cartagena, el presidente manifestó su molestia al descubrir que el dinero que se está utilizando para el subsidio proviene de los dividendos de Ecopetrol y que la decisión fue tomada por su exministro de Hacienda, José Antonio Campos. A pesar de que en el pasado, el propio presidente ha defendido públicamente las políticas de su gobierno para desmontar el subsidio a los precios de la gasolina en Colombia, ahora ha manifestado su inconformidad ante la situación de desigualdad que se está generando.
El nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha declarado que el precio de la gasolina en Colombia debería llegar a unos $16.000, que es el precio internacional, en el curso de dos o tres años. De esta manera, se espera reducir la brecha de desigualdad y lograr una mayor equidad en el acceso a los combustibles en el país.