En Pereira, muchos de los niños, niñas y adolescentes son víctimas de la explotación sexual, no importa la hora o el día, incluso influenciados y manipulados por sus padres o familiares, los menores de edad son vistos en varios parques y sectores de tolerancia de la ciudad, exponiendo su integridad y sufriendo las consecuencias de este flagelo que afecta a esta población tanto física como emocionalmente.
Sandra Lorena Cárdenas, la personera de Pereira, indicó que a pesar de que muchos de ellos son llevados a lugares en donde se busca proteger sus derechos, algunos factores que afectan directamente a la víctima como el historial de violencia intrafamiliar y el abuso de drogas por parte de sus padres o incluso, ellos mismos, los lleva a rechazar la ayuda que se les puede brindar a través de los procesos legales.
La funcionaria indicó a través de Caracol Radio que: “Los niños, niñas y adolescentes cuentan con un Sistema de Protección Específico, y cuando son protegidos por el Estado el 80 % de ellos huyen de los lugares donde se les está brindando estos procesos de acompañamiento, además muchos están inmersos en problemas de consumo de sustancias psicoactivas y presentan una serie de circunstancias muy difíciles para ellos”.
La funcionaria siguió acotando lo siguiente: “Lo que se debe hacer es generar una cultura de denuncia y hacer desde el hogar laborales preventivas, porque antes de que estos niños y niñas estén en calle, siendo víctimas de violencia sexual, tienen una fase previa que es cuando están en riesgo de calle, y allí es donde la familia, el colegio y la sociedad juegan un papel relevante para evitar que lleguen a la siguiente fase”.
Según las autoridades, este es un flagelo que se puede prevenir y es labor no solo de las autoridades, sino también de la sociedad, por lo que es imperante que se hagan las denuncias correspondientes a hechos en los que se vean violados los derechos de los menores de edad y buscar al interior del hogar, educar a los pequeños sobre los riesgos que van a encontrar en la ciudad, sin importar su estrato, edad o núcleo familiar.